Aunque ha pasado más de un siglo la Bohème parisina aún ejerce mucha atracción para los jóvenes. Muchos artistas de finales del 1800 escogieron París y, en particular, el distrito de Montmartre para vivir sus vidas de una manera nada tradicional y anticonformista. Aún hoy, caminando por las calles adyacentes a la Basílica del Sacro Cuore se respira ese aire. Si deseaís pasar una estancia en París una maravillosa manera de disfrutar del aire de esos años sería reservar uno de los Bed & Breakfast Parìs.
Genio e intemperancia era la combinación que distinguía a los artistas que a menudo vivían en los pequeños apartamentos de Montmartre y se inspiraban en los olores de la ciudad, los locales llenos de humo y de la vida disoluta para dar vida a un arte cuyo valor es indiscutible. Artistas como Toulouse-Lautrec, Picasso y Modigliani había elegido precisamente el barrio de Montmartre.
Escritores y artistas se reúnen en el Chat Noir, un café-cabaret muy en boga en la época, cuya fama sigue en pie hoy en día entre los gadgets turísticos de París.
Muchos jóvenes de la época frecuentaban el "Moulin de la Galette", un restaurante que aún existe, justo debajo de la colina de Montmartre, para ser retratados por el pincel de los artistas.. Muy celebre es el cuadro de Renoir que representa un momento típico. Hablando de la bohéme parisina, sería un crimen no mencionar el Moulin Rouge, el local en el que en la época de los bohémiens se bailaba el Can Can, que reanudó la práctica de mostrar las faldas de las lavanderas del barrio. El famosos local con el molino rojo que gira todavía se puede encontrar hoy en el Boulevard de Clichy
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