Paseo en barco por el río Sena en Paris - Comentarios - Paris |
comento de JAVIER R. Algunas paradas im-pres-cin-di-bles al menos una vez en la vida: Paseo en barco por el río Sena, la Torre Eiffel, la catedral de Notre Dame, el recorrido desde el jardín de las Tullerías hasta el Arco del Triunfo a través de los Campos Elíseos, visitas al Centro Pompidou y el Museo de Orsay y todo ello sin dejar de pasear por los barrios de Montmartre -sin olvidar subir al Sacre Coeur- y el Barrio Latino. Y si da tiempo, visita al Palacio de Versalles, a las afueras de París pero fácilmente accesible desde la estación de metro de Saint Michel. Lugares para llenar el estómago con sumo placer a precios razonables pueden ser los menús -les formules- ofertadas por Les Enfants Perdus -rue Recolettes- o las grandes fondues y raclettes de sabor tradicional y cantidades apabullantes en La Taverne de rue Gabrielle 27. Algo más moderno y de moda podría ser el Bar DJ Cannibale, con comidas excelentes, no menos excelentes cocktails y música actual a todo tren en un espacio aprovechado al milímetro en la rue Jean-Pierre Timbaud. Para las crepes, Crêperie de Saint Germain en rue Saint-André-des-Arts, para los mejores dulces -aquí sin mirar mucho la cuenta- la pastelería Ladureé, que data de 1862, tiene tres sucursales en la ciudad, y para tomar unos cafés con solera intelectual y un ambientazo, el Café de les Deux Magots y bien cerquita el Cafe de Flore. Visitar el palacio del rey Sol desde París es extremadamente sencillo, el excelente aunque concurrido Metropolitain enlaza directamente con el tren de cercanías que a un precio módico de unos tres euros lleva a la localidad de Versailles, ciudad-dormitorio de la ciudad de la luz. Los domingos además la entrada es gratuita, pero hay que recordar darse prisa desde la estación hasta el palacio para anticiparse a la multitud de turistas que desalojan los vagones. Así lo hicimos nosotros, cruzando a paso ligero la localidad con tal de ahorrarnos la cola que se venía encima XD Hay que ir a París a perderse por las callejuelas rebosantes de vida de Montmartre y el Barrio Latino, a subir al Sacre Coeur y contemplar la panorámica que ofrece la inmensa ciudad de la luz, a recorrer los imperiales Campos Elíseos y la infinidad de edificios y monumentos emblemáticos que los adornan, sin olvidar echar un vistazo a genuinos iconos de Europa como el museo del Louvre, la Torre Eiffel o el archilujoso Palacio de Versalles. |